27 nov 2012

Nostalgia Grunge



No sé cómo, supongo que a través del Facebook, acabé viendo unos de esos vídeos que algún nostalgico cuelga de un concierto de Pearl Jam, cuando Eddie Vedder era joven, guapo y encantadoramente atormentado y profundo. No suelo verlos, me da un no se qué, una pena infinita, una nostalgia que lo invade todo.

Pues, volví a ver el vídeo, no solo eso, si no todo el documental de "Pearl Jam Twenty" y haciéndome una lista en el Spotify llamada "Cuando era teenager". Lloré un montón viendo el documental, no porque sea especialmente conmovedor, si no por recordar cómo era yo cuando veía esos conciertos en el canal local de mi pueblo (que hacia conexión pirata con la Mtv), cuando escuchaba esas canciones y me las aprendía con la guitarra. Me sorprendí cantando todas y cada una de las canciones, como grabadas a fuego en mi memoria. Soy incapaz de recordar todas las características formales de San Ivo alla Sapienza o las obras más relevantes de la Escuela de Barbizon, pero me sé de memoria todas las letras de los grupos claves de mi pubertad.

Me entristece verme, en el cuarto de mi habitación con los cascos, repitiendo hasta la náusea los mismos acordes, soñando en lo que iba a ser de mayor, con toda la vida por delante, todas elecciones por tomar, todas las puertas abiertas. Podría viajar, conocer a mis ídolos, ser cómo ellos. ¡Claro que todavía tengo toda mi vida por delante!, pero, cuando se tienen 15 años la vida es otra cosa, es una "open road" sin trabas, con el horizonte dibujado en el infinito, donde en cada pequeño paso crees estar más cerca de la meta, pero luego ves que cada paso, conduce a otro paso, y a otro, y a otro. Que de repente te pierdes y ya nada es cristalino, ni puro, ni abierto y lo que parecia una autopista sin curvas se convierte en un camino de cabras. Eddie Vedder se convierte en un fantasma, en una camiseta hecha jirones con la que tu madre pasa el polvo, la imagen de tus sueños perdidos y de tus esperanzas. Me doy cuenta de lo mucho que he cambiado pero a la vez me doy cuenta de que sigo siendo (justo como dicen en "Elderly woman behind the counter in a small town") la misma niña de 15 años recortando fotos de sus ídolos en la Kerrang y, es por eso, por la penica que me da, por lo que no suelo ver esos vídeos. Grunge is not dead, supongo.

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