¡Pues ya está aquí el frío! Y con él los chocolates calentitos, los calcetines de lana, las medias tupidas (¡¡bien, se acabó enseñar las piernas blancuchas llenas de morados y golpes de bici!!), las facturas de la luz y los kilos de más.
El invierno es siempre buena excusa para los pucheros, las lentejas con chorizo y los dulces hipercalóricos, entre ellos los panellets. A mí Halloween me importa un pimiento, sigo sin entenderlo y sigo sin entender cómo se ha acabado implantando aquí, incluso Mercadona tiene bolsas de kilo con dulces llamadas "Truco o trato", en serio??. Para mí siempre será "Tots sants" (Todos los Santos), que básicamente era cuando estrenabas abrigo e ibas a la feria después de comer boniatos y calabaza al horno.
Aquí en Cataluña a "Tots Sants" le llaman también "castanyada" y a mí me va lo más. Me encantan las castañas y…los panellets!!. En general todo dulce castizo y viejuno, tipo polvorones o yemas de Santa Teresa, me encantan. Nunca he hecho panellets, pero los como que da gusto.
Pues eso, ¡que le den a Halloween, vivan las castañas y los panellets!
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